Hoja de cuidados de la mantis africana – Aprende sobre la naturaleza

La mantis africana, perteneciente al género Sphodromantis, es el nombre común que se le da a una gran especie de mantis religiosa que se encuentra comúnmente en África. Se le puede encontrar posado en árboles y arbustos, y usa sus grandes habilidades de camuflaje para la defensa y la caza. Es una criatura atractiva que es muy menos exigente y relativamente fácil de cuidar y, por lo tanto, es una gran mascota. De hecho, es una de las especies más grandes de mantis religiosa que se mantiene con éxito como mascota.

Apariencia

La mantis africana no es una mantis muy grande o colorida. Por lo general, es de color verde, pero también se puede ver en variedades de color marrón y crema. Las hembras son más grandes que los machos y pueden crecer hasta 8 cm, con alas que se extienden sólo hasta el final del abdomen. Los machos alcanzan un máximo de 6 a 7 cm y debido a esta menor longitud las alas son ligeramente más largas que su cuerpo. Otra forma de diferenciar entre un macho y una hembra es contando el número de segmentos en su abdomen. Los machos tienen 8 segmentos en el abdomen, mientras que las hembras solo tienen 6 segmentos. Ambos sexos se caracterizan por una mancha blanca en las alas y una coloración amarilla en la parte interna de la pata delantera y esta es una característica única de su especie.

Temperamento

La mantis africana es generalmente un insecto dócil y tranquilo. Sin embargo, este comportamiento puede cambiar totalmente a la hora de alimentarse. Mientras se alimenta se convierte en un tipo bastante agresivo de mantis religiosa. Una vez que ha visto a su presa, la mantis irá tras ella vigorosamente y la perseguirá.

Condiciones ambientales

La temperatura juega un papel importante en el crecimiento adecuado de estos insectos. La temperatura ideal que se debe mantener durante el día es entre 77 y 86 F, mientras que se debe permitir que la temperatura baje entre 70 y 75 F durante la noche. Es importante mantener la temperatura adecuada porque una temperatura más alta puede acortar su vida útil, mientras que temperaturas más bajas pueden ralentizar el metabolismo y alargar su vida útil. La mantis africana puede tolerar diferentes niveles de humedad, pero sería ideal mantener un nivel de humedad moderado entre 50% y 70%. Esto se puede lograr rociando el recinto dos veces por semana. Esto no solo proporcionará la humedad requerida, sino que también permitirá que la mantis beba de ella.

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